La formación y el desarrollo se han convertido en el mejor aliado de las empresas para llevar a término las dos cuestiones más relevantes de su función: conseguir los resultados que requieren identificando sus líneas estratégicas y crear una cultura en la que los valores y convicciones propicien que las personas aporten lo mejor de sí mismas y den sentido a lo que hacen.
Desde esta perspectiva adquirimos el compromiso de trabajar conjuntamente con nuestros clientes para ofrecer soluciones que propicien el éxito.
Estamos convencidos que el crecimiento y el desarrollo de las empresas sólo se puede lograr de forma sostenible a través de las personas que las integran. El crecimiento de las organizaciones va acompañado del crecimiento de las personas que las constituyen, y en consecuencia, su formación y desarrollo es un factor clave y diferencial.
El presente y el futuro de las organizaciones ya exige lo mejor de cada individua, por ello se hace necesario gestionar el talento que las personas poseen para ponerlo al servicio de cada empresa. Las oportunidades y los problemas derivados del factor humano constituyen para nosotros el verdadero reto de dar utilidad, sentido y valor a las empresas.
Consideramos que cada empresa es específica, por ello la comprensión de su negocio y sus clientes, así como de su cultura y sus procesos de cambio son para nosotros premisas básicas. Las necesidades de las empresas siempre son propias y precisan respuestas en forma de diseños, contenidos y metodologías específicos para cada situación. En este sentido, nuestros proyectos de formación y desarrollo son expresión de la visión que cada empresa requiere.
Desde estas páginas, el equipo de profesionales de Compromis i Talent nos ponemos a su disposición y adquirimos nuestro compromiso de servicio para ayudarle en la consecución de sus objetivos.
EL PROCESO DE FORMAR Y DESARROLLAR COMPETENCIAS
Las empresas necesitan identificar sus competencias críticas y las conductas realmente claves que las personas deben llevar a término.
Estas competencias pueden ser generales para el conjunto de la empresa o específicas para determinados puestos de trabajo y actúan como verdaderos factores de éxito empresarial, propiciando la consecución de resultados y fortaleciendo al mismo tiempo, una forma común de cultura de empresa que se quiere propiciar.
Las necesidades de las empresas, sus problemas y sus oportunidades siempre son propios y precisan respuestas en forma de diseños, contenidos y metodologías específicos para cada situación. En este sentido, nuestros proyectos de Formación y Desarrollo son expresión de la visión estratégica que cada empresa define, y alinean el desarrollo de las competencias del personal clave con las estrategias de su dirección de personas, la visión, la misión y los valores de la empresa, todo ello con el propósito de convertir a las personas en una verdadera fuente de ventaja competitiva.
El desarrollo de competencias es un proceso que incrementa el talento de cada persona. El concepto de competencia aplicada al entorno organizativo se compone del conocimiento, de la actitud y de la habilidad. El conjunto de las tres variables hace posible que una persona la lleve a término, porque posee los conocimientos sobre cómo hacerlo, la actitud o predisposición positiva para hacerlo y la destreza de saberlo hacer.
Cada competencia conlleva generalmente varias conductas asociadas que permiten especificar formas concretas de la actuación profesional en función del puesto que se ocupe. De esta forma, cada competencia exigirá una conducta concreta para lo que cada situación profesional requiera.
En el proceso de Gestión de la Formación y Desarrollo de Competencias, Compromis i Talent ha creado un modelo propio que permite afrontar con éxito la mejora de cualquier competencia corporativa, grupal o individual. Para garantizar la adecuación de los programas de formación a las particularidades de cada empresa personalizamos el diagnóstico de sus necesidades adecuándolo a cada situación empresarial.
En general, se realiza un análisis de las competencias actuales de las personas y de la organización, y se comparan con las necesarias para que la empresa alcance sus objetivos. Éste vacío constituye la base de la definición de los objetivos del Programa de Desarrollo de Competencias. Nuestros programas de una jornada intensiva fuera del entorno empresarial cotidiano permiten que los participantes conceptualicen y experimenten vivencias capaces de favorecer el desarrollo competencial.
Algunas de las competencias más utilizadas por nuestras empresas clientes:
La acción formativa se basa en metodologías participativas y hace necesario que se individualice y se adecuen las expectativas para que cada persona se reconozca en el proceso y se implique en los objetivos. Esta consideración focaliza la necesidad de personalizar y proporcionar herramientas de autoconocimiento para que la experiencia formativa garantice el aprendizaje y su aplicabilidad.
La práctica de nuevas competencias y conductas debe realizarse proporcionando un espacio y un tiempo diferente al cotidiano y convencional. Pero al mismo tiempo, debe proporcionar nuevas experiencias y la seguridad psicológica al individuo para que pueda incorporar e integrar los cambios que deba realizar.
El antes, el ahora y el después. La conducta actual es el resultado del pasado en forma de experiencias y del futuro en forma de expectativas. Se hace por tanto necesario saber que nuestras actuaciones son la intersección del pasado y del futuro. El análisis de las experiencias pasadas y la prospección de las expectativas futuras permite fortalecer el desarrollo de competencias.
Las personas buscamos significados a nuestras conductas, queremos comprender y dar sentido a lo que hacemos, de forma que nuestras conductas deben responder a finalidades que permitan identificar por qué es importante y qué beneficios asociados proporciona.
Los sentimientos y las expectativas son la base para la confianza, el compromiso y a voluntad. El autoconocimiento y conciencia de nuestras motivaciones, emociones, sentimientos, esperanzas, temores, deseos e ilusiones son elementos decisivos en el desarrollo de competencias.
La reflexión estratégica personal sobre cada competencia es la base para la toma de conciencia y la identificación de la situación actual en cada persona. Ello permite diagnosticar los puntos fuertes y las necesidades de desarrollo. El resultado de este análisis promueve la identificación de la situación necesaria para optimizar los puntos fuertes y mejorar los débiles.
La base es la formulación de un sentido o propósito que defina prioridades y líneas estratégicas hacia uno mismo, hacia los demás y hacia la empresa. En resumen, un plan estratégico personal que defina objetivos, acciones, fechas, beneficios, obstáculos, riesgos y recursos para lograr el desarrollo de la competencia identificada.
Posteriormente a las sesiones de formación, COMPROMIS i TALENT elabora un informe final sobre la implantación del programa y sobre la actuación grupal e individual de los asistentes. Así mismo, proporciona recomendaciones sobre los sistemas de gestión de desarrollo que se diseñen, tanto en su contenido, como en su forma y proceso. Paralelamente, se pueden desarrollar sesiones de seguimiento y coaching personalizado para apoyar a los participantes en la consolidación de sus planes de mejora. Esta fase garantiza una eficaz puesta en práctica del aprendizaje alcanzado.